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8/24/2012
Julie Meyer ha sido líder de alabanza en International House of Prayer, de la ciudad de Kansas desde 1999.
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El Señor vino a mí y dijo: “Yo quiero que conozcas a Mis amigos”. Yo estaba realmente impresionada pensando en que me encontraría con Isaías, Jeremías, Pedro, Zacarías, Moisés. El me tomó de las manos y comenzamos a volar hacia los cielos, así como en los dibujos animados, vueltas y vueltas. Yo no tenía miedo, a pesar de que estaba en las Alturas. Solo estábamos dando vueltas alrededor y yo sentía las brisas en mi rostro. Pude sentir Sus manos sosteniendo mis manos y yo estaba tan alto de la tierra y disfrutaba la sensación del viento en mi rostro.
No tenía temor, solo me tomaba de Sus manos. Pero de repente su rostro cambió. El miró fijamente a la tierra, entonces comenzamos a dirigirnos hacia el suelo. Yo lo miré, vi su determinación en su rostro y en Sus ojos. (Isaías 50:7Por eso endurecí mi rostro como el pedernal)
Yo estaba segura que no podríamos chocar contra el suelo, pero al ver el cambio en Su rostro, yo caí en un horrible terror, a pesar de que yo que estaba tomada de Sus manos. Estábamos volando muy rápido, como un salto de cabeza hacia el suelo y El no estaba mirando como si fuera a cambiar de dirección. De pronto estallamos contra el suelo y lo atravesamos. Sentí el golpe en mi cabeza. Era como ver una película de acción. Sentía el sonido de la tierra estallando a nuestro alrededor, el ruido era como estar al lado de una nave especial que estaba partiendo al espacio; era ensordecedor. Estábamos viajando atravesando la tierra y El rostro del Señor nunca cambió ni a la derecha ni a la izquierda; solo en una misma dirección. Podía ver con mis ojos de cerca cada momento en la tierra, golpeando el suelo y volando a través de ella. Pude ver la tierra, la roca, el agua, el fuego ardiendo, y pude sentir el desgarre y las quemaduras en mi piel. Era como si mi piel realmente sentía la roca y la tierra rasgando mi piel como si lo estuviera viviendo realmente. Pude sentir el horrible dolor en mi sueño.
De repente llegamos al otro lado y salimos repentinamente de la tierra. Estuve de pie allí y miré hacia abajo, a mi cuerpo y estaba totalmente rasgado, mi piel fue rasgada, y yo podía sentir todo el dolor, pero todo eso no era mi dolor.
Jesús me miró, fijamente a los ojos, y dijo, "quiero presentarte a Mis amigos". Yo gritaba, por todo el dolor. Yo pensaba que seguramente Él notaría mi gravedad, de cómo mi piel fue herida y rasgada, pero Él no lo hizo.
Miré alrededor y el lugar abarrotado de gente. Yo nunca había estado allí, pero yo sabía que ese lugar era India. Había un olor horrible y había mucha gente por todas partes; yo seguía al Señor; Él aún no me miraba. Era como si Él quería que yo sintiera el dolor mi piel rasgada.
Yo estaba segura que no podríamos chocar contra el suelo, pero al ver el cambio en Su rostro, yo caí en un horrible terror, a pesar de que yo que estaba tomada de Sus manos. Estábamos volando muy rápido, como un salto de cabeza hacia el suelo y El no estaba mirando como si fuera a cambiar de dirección. De pronto estallamos contra el suelo y lo atravesamos. Sentí el golpe en mi cabeza. Era como ver una película de acción. Sentía el sonido de la tierra estallando a nuestro alrededor, el ruido era como estar al lado de una nave especial que estaba partiendo al espacio; era ensordecedor. Estábamos viajando atravesando la tierra y El rostro del Señor nunca cambió ni a la derecha ni a la izquierda; solo en una misma dirección. Podía ver con mis ojos de cerca cada momento en la tierra, golpeando el suelo y volando a través de ella. Pude ver la tierra, la roca, el agua, el fuego ardiendo, y pude sentir el desgarre y las quemaduras en mi piel. Era como si mi piel realmente sentía la roca y la tierra rasgando mi piel como si lo estuviera viviendo realmente. Pude sentir el horrible dolor en mi sueño.
De repente llegamos al otro lado y salimos repentinamente de la tierra. Estuve de pie allí y miré hacia abajo, a mi cuerpo y estaba totalmente rasgado, mi piel fue rasgada, y yo podía sentir todo el dolor, pero todo eso no era mi dolor.
Jesús me miró, fijamente a los ojos, y dijo, "quiero presentarte a Mis amigos". Yo gritaba, por todo el dolor. Yo pensaba que seguramente Él notaría mi gravedad, de cómo mi piel fue herida y rasgada, pero Él no lo hizo.
Miré alrededor y el lugar abarrotado de gente. Yo nunca había estado allí, pero yo sabía que ese lugar era India. Había un olor horrible y había mucha gente por todas partes; yo seguía al Señor; Él aún no me miraba. Era como si Él quería que yo sintiera el dolor mi piel rasgada.
Había niños pequeños por todas partes. Había hermosas niñas en jaulas y Él estaba con cada una de ellas. Él solo quería estar allí con ellos. Los aparentemente olvidados de la tierra, eran a quienes el Señor llamaba Sus Amigos. Yo vi niños tendidos sobre la tierra, con moscas sobre la piel. Los vi pasar de esta vida horrible a la siguiente; y el minuto en el que ellos despertaban en la eternidad, Él estaba allí, para cada uno de ellos. Ni tan solo uno de ellos es olvidado ante sus ojos, ni solo de uno de ellos.
La tristeza de lo que yo veía, sumado al dolor atormentador de mi cuerpo, me dejó llorando y llorando. El Señor vino a mí y se puso justo en mi frente; yo pensé que era por mí, pensé que Él notaría mi dolor en aquel momento, pero Él dijo, "Hasta que tu corazón sea roto y rasgado como ahora está tu carne, tu no conocerás a Mis amigos". Era demasiado para mí. Yo estaba justo allí, viendo niños morir, madres tomándoles el último aliento, enfermedades por doquier, niñas siendo vendidas; y Él siguió diciendo: "Hasta que tu corazón sea roto y rasgado como ahora está tu carne, tu no conocerás a Mis amigos; tú no me conocerás". Entonces cuando yo estaba hundida en lágrimas, para mi sorpresa, Él se acercó a mí, me miro fijamente y dijo en un susurro: "es hora de danzar." Él dijo esto como si fuera Su arma secreta, la danza...
Él comenzó a danzar con Sus pies, como dando pisadas fuertes. Aquellos pies perfectos que revelaron las cicatrices mismas de muerte y vida, danzaban rítmicamente esasFuertes pisadas - los pies del Señor que pisan fuerte echando la injusticia. Era la danza más poderosa que yo haya presenciado. Mirar al Señor, Él mismo, con las cicatrices de la pasión, danzando sobre la injusticia de Sus amigos. Y lo dijo otra vez: “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado en dos, tu no conocerás a Mis amigos, tu no me conocerás”.
Entonces Él tomó mis manos otra vez y dirigimos nuevamente en dirección al centro de la tierra, y otra vez, yo podría sentir el mismo dolor horrible de mi piel y mi carne rasgándose y la rotura inmediata de mis huesos, además del sonido ensordecedor cuando nosotros traspasábamos la tierra.
Entonces Él tomó mis manos otra vez y dirigimos nuevamente en dirección al centro de la tierra, y otra vez, yo podría sentir el mismo dolor horrible de mi piel y mi carne rasgándose y la rotura inmediata de mis huesos, además del sonido ensordecedor cuando nosotros traspasábamos la tierra.
De repente estábamos de pie en un consultorio, como en una clínica. Mi primer pensamiento era de mí misma y en cuanto dolor yo estaba sintiendo. Sentí como si yo ya no tenía piel sobre mis huesos, como si la hubieran arrancado toda. Él dijo otra vez, “Yo quiero que conozcas a Mis amigos”.
Miré alrededor y yo vi un balde de basuras, lleno de bebés. Yo podía ver las cabezas, manos y pies diminutos, los bebés llenaban los baldes, baldes tras balde.
Miré alrededor y yo vi un balde de basuras, lleno de bebés. Yo podía ver las cabezas, manos y pies diminutos, los bebés llenaban los baldes, baldes tras balde.
Algunos aún estaban vivos y moviéndose, sus pieles estaban quemadas, alguna cabezas estaban aplastadas, otras completas, sus ojos abiertos de par en par y perdidos. Yo entré en shock. El Señor me miró fijamente a los ojos, y con Su Mirada dijo: “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado en dos, tu no conocerás a Mis amigos, tu no me conocerás, éstos son mis amigos”. Yo estaba allí de pie cuándo otro bebé fue lanzado de su pierna al balde de basura, un bebé entero. Yo podía entender los mismos pensamientos del Señor:
"Oh, el silencio de la tierra, los “aparentemente olvidados”; ¡TU NO HAS SIDO OLVIDADO! ¡TÚ NO HAS SIDO OLVIDADO! ¡TÚ NO HAS SIDO OLVIDADO! "
Ellos eran silenciosos en aquel cuarto en la tierra, pero tenían voz, aquella que era oída por el Padre, el Dios Todopoderoso. Sus gritos nunca cesan en los pasillos de la eternidad. Ellos están día y noche, día y noche llorando y llorando, pero ellos TIENEN LA ATENCIÓN DEL CIELO. ELLOS TIENEN LA ATENCIÓN, EL OIDO DEL DIOS TODOPODEROSO.
Ellos eran silenciosos en aquel cuarto en la tierra, pero tenían voz, aquella que era oída por el Padre, el Dios Todopoderoso. Sus gritos nunca cesan en los pasillos de la eternidad. Ellos están día y noche, día y noche llorando y llorando, pero ellos TIENEN LA ATENCIÓN DEL CIELO. ELLOS TIENEN LA ATENCIÓN, EL OIDO DEL DIOS TODOPODEROSO.
Comencé a gritar. "LO QUE HACES NO ES EN VANO, LOU. ¡LO QUE HACES NO ES EN VANO, Lou Engle! ¡Lo que haces no es en vano Lou!"
Yo podría ver en el Pasillo de eternidad y el Cielo que conocían el nombre del mismo Lou Engle. Lou conoce a los amigos del Señor, yo podía oír el llanto continuo de los bebés en todas partes de los corredores de Cielo; el aparente silencio de la tierra, los olvidados de la tierra; pero ellos tienen el oído del Padre y día y noche, noche y día piden justicia a gritos en lo profundo de la tierra, sobre aquellos que tomaron sus vidas.
Yo podría ver en el Pasillo de eternidad y el Cielo que conocían el nombre del mismo Lou Engle. Lou conoce a los amigos del Señor, yo podía oír el llanto continuo de los bebés en todas partes de los corredores de Cielo; el aparente silencio de la tierra, los olvidados de la tierra; pero ellos tienen el oído del Padre y día y noche, noche y día piden justicia a gritos en lo profundo de la tierra, sobre aquellos que tomaron sus vidas.
¡¡Pero..... en la eternidad ELLOS TIENEN VOZ!!! Día y noche y noche y día..... Lloran a gritos por justicia y ELLOS tienen los OIDOS DE SU PADRE! Y otra vez, el Señor me miró a los ojos y me dijo: “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado como tu carne está ahora, tu no conocerás a Mis amigos, tu no me conocerás”.
Allí soporté sollozo tras sollozo, y luego Él se puso frente a mí, cara a cara y mirándome a los ojos me dijo susurrando: “es hora de danzar”. Él comenzó esta "Nueva danza" con aquellos pies perfectos que pisan los lugares altos de la tierra, ahora aquellos pies danzaban y pisaban muy fuerte, exactamente en medio de esta clínica de abortos.
Allí soporté sollozo tras sollozo, y luego Él se puso frente a mí, cara a cara y mirándome a los ojos me dijo susurrando: “es hora de danzar”. Él comenzó esta "Nueva danza" con aquellos pies perfectos que pisan los lugares altos de la tierra, ahora aquellos pies danzaban y pisaban muy fuerte, exactamente en medio de esta clínica de abortos.
Era tan poderoso. Y siempre, justo en el momento en que yo estaba más deshecha, más quebrada Él diría: “es hora de danzar. Es hora de guerra, danzar es guerrear".
Él pisaría muy fuerte, con este nuevo ritmo, pisadas fuertes con Sus pies. No eran pasos dobles, era la fuerte pisada del Juez echando la injusticia, con Sus mismos pies; y Él dijo,"Solo espera hasta que la tierra se una a mí en esta danza, pocos se me han unido y Yo extendí la invitación, pero tú sólo puedes danzar cuando tu corazón lo más rasgado y roto".
Entonces Él vino a mí otra vez y dijo, “Yo quiero que conozcas a algunos de Mis amigos”.
Él pisaría muy fuerte, con este nuevo ritmo, pisadas fuertes con Sus pies. No eran pasos dobles, era la fuerte pisada del Juez echando la injusticia, con Sus mismos pies; y Él dijo,"Solo espera hasta que la tierra se una a mí en esta danza, pocos se me han unido y Yo extendí la invitación, pero tú sólo puedes danzar cuando tu corazón lo más rasgado y roto".
Entonces Él vino a mí otra vez y dijo, “Yo quiero que conozcas a algunos de Mis amigos”.
Y fuimos directamente a la tierra una vez más. Yo apenas podía estar en pie. Mi corazón estaba roto. Mi piel estaba toda rasgada. Miré abajo y vi como si una bomba había explotado directamente al lado mío. Caminábamos bajando una calle muy transitada. Él estaba delante de mí y yo sufría de tanto dolor; quería que El caminara más despacio, pero no era sobre mí. Él quería que yo sintiera el dolor, para que así mi corazón conociera el dolor, lo abrazara y lo tome como mi propio sufrir. Él me esperó para que yo camine justo al lado de Él. Ese lugar que yo conocía, era Israel.
Varias veces yo lo vi acercar su cabeza a alguno, como si fuera a decir “Hola” o “Shalom”. Él no hablaba, sólo inclinaba Su cabeza. El atraparía sus ojos, y cuando volvía su cabeza atrás, yo podía ver a esa misma persona, cuando sus ojos se llenaban; podía ver en su interior cómo se encendía una luz. Yo pude ver por un instante, cuando Jesús abrió los ojos de sus corazones y ellos “literalmente” podían VERLO, como a Jesús, el Mesías. Yo podía ver “literalmente” el interior de sus corazones mientras caminábamos bajando ese camino en Jerusalén, que de repente los ojos de sus corazones fueron abiertos y una pequeña llama comenzaba a encenderse en el interior de todos ellos.
Varias veces yo lo vi acercar su cabeza a alguno, como si fuera a decir “Hola” o “Shalom”. Él no hablaba, sólo inclinaba Su cabeza. El atraparía sus ojos, y cuando volvía su cabeza atrás, yo podía ver a esa misma persona, cuando sus ojos se llenaban; podía ver en su interior cómo se encendía una luz. Yo pude ver por un instante, cuando Jesús abrió los ojos de sus corazones y ellos “literalmente” podían VERLO, como a Jesús, el Mesías. Yo podía ver “literalmente” el interior de sus corazones mientras caminábamos bajando ese camino en Jerusalén, que de repente los ojos de sus corazones fueron abiertos y una pequeña llama comenzaba a encenderse en el interior de todos ellos.
Algunos de ellos, sobre quienes El inclinó su cabeza, yo sabía que eran de gran autoridad, cabezas en la comunidad judía,Rabinos. Literalmente en un vistazo ví al Señor que abría sus ojos; ví al Señor aparecerse. Él aparecía a algunos rabinos superiores en la tierra, y solamente con una mirada y un toque en sus cabezas, esa llama de revelación comenzó a encenderse en lo profundo del interior de estas personas, y en un segundo los ojos de sus corazones eran abiertos.
Salmo 102.16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion, Y en su gloria será visto.
Salmo 102.16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion, Y en su gloria será visto.
Seguimos a estos Rabinos hasta sus habitaciones, y cuando estaban allí vi cuando caían al suelo, de rodillas y en llanto exclamaban "Esto Cambia TODO; Esto cambia TODO". Vi al Señor acercarse y comenzar a soplar sobre aquella diminuta brasa de revelación y desde su interior poco a poco esto comenzó a encenderse como un fuego inextinguible. Pude ver cómo esta pequeña llama de revelación se volvió como un “fuego que cubría sus huesos”. ¡Yo vi cómo ese fuego seguiría quemándose hasta que el día designado en el que estos Rabinos no podrán aguantar más, y ellos lo gritarían de la cima de las montes, "¡Yeshua es el Mesías,…YESHUA ES EL MESÍAS!"
En realidad recordé cuando oramos por esto, en nuestras reuniones de oración en la Ciudad de Kansas, aquel Jesús aparecerá, aparecerá en Su Gloria. El es, El realmente Es.
Entonces lo observe, fue la primera vez que vi el rostro de Jesús, con lágrimas cayendo en sus mejillas, y yo podría oírlo decir, "Oh, Jerusalén, Oh, Jerusalén". Podía sentir en mi corazón la pasión y el amor que Él tiene por Israel. Y yo pude sentir el dolor del amado, cuando no recibe ningún tipo de afecto a cambio; y Él me miró, una vez más, y dijo, “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado en dos, tu no conocerás a Mis amigos, tu no me conocerás”.
Pude sentir desde el fondo de mi ser, lo profundo del amor que El tiene por Israel. Como Jacob amó a Raquel; como Elcana amó a Ana, aún Su pasión se ha extendido mucho más allá del amor natural. Nuevamente yo lloraba y lloraba, entonces la sal de mis lágrimas hacían arder las heridas de mi carne; y yo no podía dejar de llorar y justo cuando pensé que ya no podía aguantar más, me dejé caer en el suelo, y Él me dijo susurrando, " es hora de danzar. "
Entonces lo observe, fue la primera vez que vi el rostro de Jesús, con lágrimas cayendo en sus mejillas, y yo podría oírlo decir, "Oh, Jerusalén, Oh, Jerusalén". Podía sentir en mi corazón la pasión y el amor que Él tiene por Israel. Y yo pude sentir el dolor del amado, cuando no recibe ningún tipo de afecto a cambio; y Él me miró, una vez más, y dijo, “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado en dos, tu no conocerás a Mis amigos, tu no me conocerás”.
Pude sentir desde el fondo de mi ser, lo profundo del amor que El tiene por Israel. Como Jacob amó a Raquel; como Elcana amó a Ana, aún Su pasión se ha extendido mucho más allá del amor natural. Nuevamente yo lloraba y lloraba, entonces la sal de mis lágrimas hacían arder las heridas de mi carne; y yo no podía dejar de llorar y justo cuando pensé que ya no podía aguantar más, me dejé caer en el suelo, y Él me dijo susurrando, " es hora de danzar. "
Súbitamente estábamos delante del Muro de los Lamentos, y Él comenzó de Nuevo a dar estas fuertes pisadas, fuertes pisadas, ese ritmo, esa danza con aquellos pies perfectos, como nunca lo he visto. Y era siempre en el momento donde me sentía más destruida cuándo El me dijo: "es hora de danzar".
Yo pude sentir la presencia de Su poder y yo podía sentir el poder de esa danza, danza en contra de la injusticia. Oh, qué escena, ver al Hijo de Dios y Sus perfectos pies girando alrededor y danzando contra la injusticia. Jesús siguió diciendo, “es hora de danzar, es hora de danzar”.
Se viene una nueva danza, que solamente saldrá de nuestra Adoración y nuestros corazones para con los pobres de la tierra, para los aparentemente olvidados, pero a quienes el Señor llama Sus amigos y solamente, cuando nuestros corazones estén realmente rotos, es allí cuando será la hora de danzar.
Oh, qué escena ver cuando al Rey de Reyes, el Juez de la tierra y Sus Perfectos pies que muestran las cicatrices de la pasión, comienzan a danzar y pisar muy fuerte echando fuera la injusticia. Esto es literalmente una danza. ¡Literalmente pisadas fuertes! Esta es la hora de danzar. En mi sueño yo lo sabía, mientras caminábamos bajando las calles de Jerusalén, justo frente al muro, cuando El comenzó su danza.
Sabía que Él se estaba revelando a muchos, a personas claves en la comunidad judía, muy altos rabinos, incluso en medio de su danza. Yo vi cambiar sus ojos, ser llenados. Podía ver sus corazones comenzar a palpitar. Pude ver al Señor colocando en ellos "un saber", que Él y solo Él era el Mesías. Ese tiempo y día vienen, cuando los rabinos escogidos de la tierra, en el tiempo del Señor: Él ablandará sus corazones y ellos explotarán en sus interiores y correrán a los lugares más altos en Jerusalén y gritarán a toda Jerusalén,Yeshua es el Mesías. ¡Yeshua ES EL MESÍAS!
Yo pude sentir la presencia de Su poder y yo podía sentir el poder de esa danza, danza en contra de la injusticia. Oh, qué escena, ver al Hijo de Dios y Sus perfectos pies girando alrededor y danzando contra la injusticia. Jesús siguió diciendo, “es hora de danzar, es hora de danzar”.
Se viene una nueva danza, que solamente saldrá de nuestra Adoración y nuestros corazones para con los pobres de la tierra, para los aparentemente olvidados, pero a quienes el Señor llama Sus amigos y solamente, cuando nuestros corazones estén realmente rotos, es allí cuando será la hora de danzar.
Oh, qué escena ver cuando al Rey de Reyes, el Juez de la tierra y Sus Perfectos pies que muestran las cicatrices de la pasión, comienzan a danzar y pisar muy fuerte echando fuera la injusticia. Esto es literalmente una danza. ¡Literalmente pisadas fuertes! Esta es la hora de danzar. En mi sueño yo lo sabía, mientras caminábamos bajando las calles de Jerusalén, justo frente al muro, cuando El comenzó su danza.
Sabía que Él se estaba revelando a muchos, a personas claves en la comunidad judía, muy altos rabinos, incluso en medio de su danza. Yo vi cambiar sus ojos, ser llenados. Podía ver sus corazones comenzar a palpitar. Pude ver al Señor colocando en ellos "un saber", que Él y solo Él era el Mesías. Ese tiempo y día vienen, cuando los rabinos escogidos de la tierra, en el tiempo del Señor: Él ablandará sus corazones y ellos explotarán en sus interiores y correrán a los lugares más altos en Jerusalén y gritarán a toda Jerusalén,Yeshua es el Mesías. ¡Yeshua ES EL MESÍAS!
Bendito el que viene en nombre del Señor. Ahora mismo ellos lo ocultan y se preguntan si realmente sucedió. Esto fue preparado para un determinado tiempo y ese tiempo está aquí. Él está apareciendo y abriendo los ojos de los corazones de los hombres, luego Él vendrá y pondrá sus mismos huesos en el fuego. Pude ver a estos rabinos explotar con la palabra del Señor, proclamando Su aparición. ¡Esto está sucediendo. Fue destinado para un determinado tiempo; esto está sucediendo hoy!
Jer 20:9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.
Luego, una vez más, me dijo: “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado como tu carne está ahora, tu no conocerás a Mis amigos”
¡Es hora de danzar!
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Jer 20:9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.
Luego, una vez más, me dijo: “Hasta que tu corazón sea roto y rasgado como tu carne está ahora, tu no conocerás a Mis amigos”
¡Es hora de danzar!
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